La postura es un factor clave para evitar dolores de espalda, tensiones musculares y problemas articulares.
Ejercicios simples como el fortalecimiento del core, estiramientos de cuello y hombros, y correcciones posturales ayudan a mejorar la alineación de la columna, reducir la tensión en la espalda y prevenir problemas a largo plazo. Mantener una buena postura al sentarse, en el trabajo o al caminar alivia la presión en las vértebras y en los músculos.
Practicar ejercicios de estiramiento diario ayuda a relajar la musculatura, mientras que la actividad física, como el pilates o yoga, permite fortalecer los músculos estabilizadores. La postura correcta también ayuda a mejorar la respiración y la digestión, favoreciendo el bienestar general.